Desde que la Ley General de Educación de 1993 (LOGSE) apareció, se han dado muy importantes cambios en la educación española. Los alumnos con discapacidad empezaron a estudiar junto con alumnos sin problemas; apareció una nueva categoría de alumno: de el alumno de “educación especial” se pasó al concepto “alumno con necesidades educativas especiales” Y un subgrupo de alumnos empezó a ser más considerado: el alumnado con dificultades específicas de aprendizaje no asociadas a discapacidad.
Algunos años antes, los primero psicólogos educativos y pedagogos comenzaron a trabajar en la escuela de forma experimental, haciendo las primeras evaluaciones psicopedagógicas de este alumnado. Con la LOGSE, estos equipos se extendieron y se organizaron de una forma diferente en cada Comunidad Autónoma.