Training on learning disabilities

for parents and teachers.

New strategies and methodologies

and ICT contribution.

2015-1-ES01-KA201-015806

DEFINICIÓN Y SÍNTOMAS

Las primeras descripciones del TANV fueron realizadas en 1971 por Jonson y Myklebust (Mayklebust, 75). Estos autores aportaron la descripción detallada de un conjunto de niños con incapacidad para comprender el significado del contexto social, con poca habilidad para el aprendizaje académico y con dificultad para la apreciación de la comunicación no verbal.

Estas dificultades se manifestaban como problemas para la interpretación de las gesticulaciones, las expresiones faciales, las caricias y otros elementos comunicativos no verbales habituales. También mostraban incapacidad para entender el significado básico de los aspectos no verbales utilizados en la vida diaria.

En 1982, Rourke destacó, además, la importancia de la sustancia blanca cerebral en la génesis del TANV, al observar la presencia del mismo perfil neuropsicológico en distintas entidades neurológicas, en las que la sustancia blanca se encuentra alterada.

El trastorno de aprendizaje no verbal (TANV) parece ser la consecuencia de una alteración de las funciones cognitivas vinculadas al hemisferio derecho. Se caracteriza por la concomitancia de dificultades en habilidades sociales, rendimiento escolar, baja habilidad visoespacial y torpeza motora.

En consecuencia, aparecen problemas en el aprendizaje (memoria táctil y visual) y en funciones ejecutivas (formación de conceptos, resolución de problemas, razonamiento abstracto y velocidad de procesamiento de la información).

Los efectos finales de estas circunstancias son las dificultades académicas y socioemocionales. Esta es una de las áreas de mayor preocupación son los problemas sociales y emocionales que presentan. Dichos problemas podrían ser el resultado de las dificultades en el procesamiento de la información no verbal y espacial, provocando los fallos y las malas interpretaciones de las señales sociales sutiles vinculadas a la comunicación no verbal.

A los niños con TANV les resulta difícil comprender las expresiones faciales, los gestos y los tonos de voz. Este hecho puede conducir al aislamiento social. Algunos niños intentan aliviar el aislamiento entre sus compañeros interactuando únicamente con los adultos, más agradecidos con sus habilidades verbales, menos sensibles a su torpeza motriz y, en general, más comprensivos.

En conjunto, la situación social que viven los niños con TANV contribuye a la aparición de problemas psicopatológicos, a veces importantes, como la depresión y la ansiedad, expresada en ocasiones de forma física (morderse las uñas, dolores de cabeza, problemas de estómago, fobias).

Las dificultades presentes en estos niños pueden resumirse en tres grandes grupos:

  1. Visual-espacial-organizativa: destaca el mal reconocimiento visual, en percepción y organización del espacio, dificultad en construir formas. Esto afectará a todas las áreas de aprendizaje, pero especialmente: a) matemáticas, ya que está comprometida la memoria de trabajo espacial; las actividades manuales, como la escritura, la organización del espacio en el papel, etc. y c) actividades artísticas.
  2. Motora: falta de coordinación, problemas de equilibrio y poco desarrollo de habilidades de grafomotricidad. Su planificación motora está alterada, dificultando la comprensión, organización y finalización de las tareas.
  3. Social: falta de habilidad para comprender la comunicación no verbal, dificultades para la regulación emocional en las transiciones y situaciones novedosas, y déficit en el juicio y la interacción social.

Una alteración en el funcionamiento del hemisferio derecho también se suele relacionar con dificultades para realizar un procesamiento simultáneo (global u holístico) de la información, por su función integradora de las partes en el todo. Ello es por lo que los niños con TANV pueden tener dificultades para la comprensión de adivinanzas, chistes, frases complejas y textos escritos, donde en vez de un procesamiento secuencial, han de hacer un procesamiento simultáneo.

Comorbilidad entre TANV y otros trastornos

Muchas de las características que se han descrito para el TANV se superponen a las propias del síndrome de Asperger (SA).
Incluso se podría afirmar que el TANV y el SA podrían representar varios grados de gravedad del mismo continuo neurocognitivo.

Sin embargo, también es posible descubrir algunas diferencias e incluso intuir unos límites entre ambos trastornos.
Podría afirmarse que una parte de los niños con TANV cumplen criterios del DSM-IV para el SA; sin embargo, no todos los niños con TANV muestran un déficit social tan grave, ni cumplen todos los criterios de SA. En el TANV no es habitual que presenten rutinas y rituales comportamentales y patrones inusuales del lenguaje tan marcados como en el SA. Por el contrario, uno de los componentes más característicos del TANV, el déficit visoespacial, no suele ser muy manifiesto en el SA.

Se suele relacionar mucho el TANV con el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), sobre todo con el subtipo inatento. Por ejemplo, Vaquerizo et al. (2009), refiere que el 44% de los niños con TANV habían recibido previamente un diagnóstico de TDAH. La mayoría de los autores especializados, están de acuerdo con la idea de que los niños con TANV tienen dificultades en atención de estímulos visuales. En ambos trastornos, hay una elevada incidencia de problemas emocionales, en el caso del TDAH, asociadas a la mala adaptación al sistema educativo, o a los castigos que tienden a recibir por su impulsividad. Sin embargo, la mayoría de los niños con TDAH no presentan problemas para entender los gestos, ni tienen dificultades en la interacción social.

Por último, los niños con TANV también suelen tener otros trastornos asociados, como Disgrafía, disortografía, discalculia y dislexia. Si constituyen trastornos con entidad propia que coexisten con el TANV o son secundarios a las dificultades cognitivas propias de la alteración o disfunción del hemisferio derecho o no, queda aún por establecer de forma más clara y no hay total acuerdo entre los investigadores.

Posibles tipos de TANV

Algunos autores (Palombo, 2006), establecen diversos tipos de TANV, según si los niños presentan:

  1. sólo alteraciones en motricidad, funciones visoespaciales y dificultades en la percepción social de aspectos no verbales, que sería el subtipo I;
  2. los niños que además de lo anterior, tienen limitaciones en el funcionamiento ejecutivo, subtipo II.
  3. aquellos niños que además de las características del subtipo I, también presentan alteraciones en la relación social y en el funcionamiento emocional, subtipo III.
  4. y aquellos que presentan características de los subtipos I, II y III. Sería la más grave, subtipo IV (González, D. 2016).